miércoles, 1 de noviembre de 2017

Transexualismo. Deseo - Goce.

Comparto con ustedes el Trabajo que presenté en la Reunión Lacanoamericana de Río de Janeiro 2017 que para mi agrado tuvo muy buenas e interesantes repercusiones. Me gustaría recibir sus comentarios.

Cariños,
Adelfa Jozami

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Transexualismo

Trasvestismo, Cysexual femenino, Cysexual masculina, Gay, homosexual, Bisexual, Heteroflexible……Identidades de goce buscando nominación.

De la identidad se goza. Goce de lo UNO que elude la castración.

Qué del deseo y del goce en el proceso de sexuación.

A vuelo de pájaro. El carácter barrado, dividido del sujeto y lo inasible de su objeto le impide ser hombre/ ser mujer. No hay esa certeza, eso angustia.

Una analizante, dije una, cuyo objeto lo localiza en otras, con lo que goza, se angustia cuando advierte que la otra se acerca a ella como lesbiana, no le atraen las lesbianas, sí las que desean un hombre y su aspecto (el de ella) es muy femenino….fálicamente, poderosamente femenino.

El transexualismo toma la forma de manifestación de la sexualidad (síntoma del malestar en la cultura que se expresa en lo sexual) a partir de la segunda mitad del siglo pasado (XX). Cuando el cuerpo y sus goces encuentra cómo articularse con la ley y el avance científico tecnológico, da lugar a un nuevo síntoma. Síntoma es para el psicoanálisis lo que nos permite leer algo que hasta el momento estaba “fuera” de discurso. No es como en medicina lo que hay que erradicar, es lo que hay que leer. Para que se produzca este nuevo anudamiento algo fue desanudado, probablemente la trama que la moral de sostén de las religiones proporcionaba.

Se vió que ser hombre/ ser mujer no es natural, ni siquiera necesario. Pero ¿será arbitrario?

Hay uno y otro y corresponde encolumnarse, de lo contrario no habrá lugar en el discurso, habrá vértigo, desorientación. Si soy uno me oriento hacia el otro. Sostengo esta orientación, deseo, con una estructura gramatical, fantasma, y ese otro se convierte en metáfora del goce perdido.

El fantasma puede tener múltiples variaciones, es como caballero que una joven se acerca a otra joven. Es como mujer que un joven se acerca a otro, o es como macho que otro lo hace, un hombre heterosexual le decía a su pareja en una pelea, cuando te conocí eras un minón, ahora una psic., feminista, como todas… y el deseo no se le sostenía. El fantasma sostiene el deseo para dar la apariencia de que la relación sexual, entre sexos, es posible, pero el partenaire, para que eso se sostenga y no se desvanezca, es síntoma, anuda lo imposible.

Podríamos decir que la primacía aquí es del deseo.

¿LIBERTAD DE ELEGIR?

Podríamos decir que estamos en la época del dessujetamiento. Vislumbramos lo que nos sujeta. Pero ¿podemos pasar de la “servidumbre voluntaria” a la autonomía? Si el sujeto es lo que un significante representa para otro significante, y es la propuesta más novedosa respecto al sujeto, liberarse del Otro sería estar fuera del discurso.

Que el objeto a sea a sexuado por escapar a la lógica significante no significa que para gozar haya que estar fuera de esa lógica, salvo por instantes.

Esto se vincula con dos cuestiones que me gustaría debatir. Una aparenta ser mas teórica pero con fuertes consecuencias clínicas y la otra, mas clínica con consecuencias en la concepción de sujeto y sexualidad.

1- Propuesta de un analista: “Sobre las bases de una nueva noción ‘el inconsciente es la cara real de aquello en lo que se está enredado’ se abre una nueva ética ya no ligada al deseo, sino a saber hacer ahí, con el goce opaco, no atrapado por los discursos”.

2- ¿Qué se le está ofreciendo a quien acude a un profesional porque no puede soportar su sexo biológico? Me refiero a la libertad de elegir la identidad sexual que supuestamente se acomoda mas a esa persona, otorgándoles tratamientos hormonales, cirugías, en el plano del cuerpo y un nuevo nombre inscripto en un nuevo documento y en su partida de nacimiento.

He tenido ocasión, por trabajar en un grupo que investiga estas temáticas a raíz de las nuevas demandas que produjo en nuestro país la nueva ley de identidad de género, de advertir, en los testimonios clínicos que traían los profesionales que trabajan en Hospitales donde se recibe esta demanda, que en casi todas las consultas el padecimiento estaba ligado a la faz identitaria, no a su objeto de goce sexual. Respecto a la identidad el cambio demandado/ ofrecido tiene los dos momentos mencionados: Documento. Intervención sobre el cuerpo. Como la premisa que sostiene las decisiones es: “Identidad autopercibida” es que planteaba que hay allí una concepción de sujeto pre freudolacaniana, donde la percepción no sería engañosa y la identidad sería posible.

Freud plantea tres modos de identificación:

1 - Al padre muerto. In corporación de lo simbólico que ahueca al cuerpo haciéndolo sensible al decir. Previo a toda elección de objeto.

2 - Al rasgo unario. Lo unario del rasgo es la marca de la diferencia con “lo otro” A diferencia de la lógica que propone el género, donde se reúnen por rasgos iguales, por ej. Los mamíferos no son los vertebrados que tienen mamas sino que lo son porque hay vertebrados que no las tienen. El rasgo implica a la falta.

3 - En Freud es la identificación al deseo de otro. Lacan ubica al significante como corte en banda de Moebius, entre el sujeto y el Otro, siendo el sujeto mismo el corte y a su vez borde del objeto, resto de esta operación, causa de deseo, por lo que constituye la identificación en la que el sujeto se constituye como deseo. Cuando hay sujeto hay deseo.

Hablamos de identificación, no de identidad.

Estando el sujeto marcado por el significante, a ya no es a. Esta identidad es imposible para el sujeto hablante. La división que el sujeto sufre porque habla, la “subsana” mediante una operación que llamamos “fantasma”, donde opera sobre lo real mediante lo imaginario y lo simbólico. Con esto construye una especie de ser que le permite tener una vida con sentido, un mundo. Si bien esto hace la vida habitable, es engañoso, alienante. Los instantes de libertad, de existencia, creatividad, para el sujeto están en sus equívocos, cuando se sale del libreto, pero como no se puede estar errando todo el tiempo el sujeto ancla en una supuesta identidad, sexual. Con esto digo que las innumerables nominaciones que se están proponiendo como identidades, no hacen más libres en términos subjetivos. Tal vez el horizonte sea el último borde identitario que es el nombre propio, el que queda en la lápida.

Hay dos con sus variaciones de goce que hoy se intenta identificar. En ese camino de hacerse igual a su goce consigue una identidad, gozo de esto por tanto soy….., allí el sujeto queda atrapado en un soy.

Otra cuestión ligada a la identidad es el cuestionamiento al supuesto binarismo: hombre - mujer. No hace falta romper la binaridad propia de lo simbólico ya que implica una terceridad. El transexual, en el mejor de los casos, decide situarse en otro lugar del que su anatomía (y las expectativas de género concomitantes) le indica, del otro lado, uno y otro. Son dos, pero no dos términos complementarios, enfrentados, sino uno y otro siempre en relación a una terceridad, el falo, significante de la diferencia de los sexos.

Si lo que está en juego es la ruptura con los paradigmas de la dominación, que se extiende en las organizaciones sociales a la familia o la pareja sexual, debemos preguntarnos si la diferencia en los sexos implica de por sí una dominación.

Por ahora diría: Hay dos sexos: Uno y otro. Que haya dos no supone dominación vertical, ni igualdad horizontal, justamente para que haya dos, uno tiene que portar la marca de la diferencia. Si tenemos por ejemplo a dos gemelos, hay uno que lleva un lunar y es con eso que se los diferencia. No lo hace dominante por eso.

Otra formulación que aparece es la del nuevo nacimiento. Esto, ya en los griegos, en el culto a la Diosa Cibeles el sacrificio de la castración simbolizaba un nuevo nacimiento, nacer con otro cuerpo y otro nombre. Esto incluye la cuestión del nombre, que liga a cada uno en una cadena generacional, a un linaje. ¿Habría una demanda de ruptura en ese sentido?

El DNI inscribe a un ser vivo en el orden simbólico, como perteneciente a una sociedad, en una línea temporal y en un linaje.

En un tiempo, la primacía del significante hacía que las identificaciones a prototipos de época llevaran a ir construyendo una supuesta identidad, a la que se intentaba acomodar un goce (por ejemplo, un hombre masculino, un hombre un poquito afeminado, una mujer un poquito machona, etc.), que incluso podía quedar oculto. Un hombre se identificaba como hombre y por ahí gozaba de maneras que no correspondían a esa identidad, su goce podía ser visible u oculto. Me parece que hay una inversión, en estos tiempos, la primacía del goce fuerza una identidad en la que el sujeto se hace igual a su goce. Buscar en el goce el núcleo de la identidad, verse impulsado a recibir del Otro el nombre de su goce (porque también hay un pedido de ser nominados, en este momento hay 50 nominaciones), es intentar encontrarle su lógica. A mí gusto, es como tratar de encontrarle la lógica al goce. El goce escapa a toda lógica, es innombrable.

lunes, 25 de septiembre de 2017

¿Como leer los nuevos síntomas que manifiesta la sexualidad actual?

Una vez que el cuerpo y sus goces encuentra su anudamiento a la ley, al desarrollo tecnológico científico (operaciones de reasignación de sexo, hormonación, cambio en los documentos de identidad, matrimonio igualitario…) surgen nuevos síntomas en la sociedad. No ya síntomas “individuales” sino sociales. Se manifiesta a través de ellos lo que Freud llamó el “malestar de la cultura”.

Un Psicoanalista, un Psicólogo, un Sociólogo, no están a la vanguardia con sus teorías acerca de las diversidades sexuales, por ejemplo. Leen, mal o bien, estos síntomas. ¿Con qué conceptos se leen?.

Como sabemos, en psicoanálisis un síntoma es lo que nos permite leer algo que hasta el momento estaba “fuera” de discurso. No es como en medicina lo que hay que erradicar, es lo que hay que leer. Se trata de un anudamiento que liga lo imposible. Para que se produzca éste nuevo anudamiento algo fue desanudado, probablemente, entre otras, la trama que la moral religiosa proporcionaba como sostén.

Se vió que ser hombre/ ser mujer no es natural, ni siquiera necesario. Pero ¿será arbitrario?

Respecto a la pregunta. Con qué leemos estos síntomas, pienso que es fundamental advertir con qué concepción de sujeto trabajamos. El sujeto lacaniano, dividido irremediablemente de lo que lo causa, despliega su sexuación muy lejos de la lógica animal, orientada por el instinto, pero también lejos de la lógica de género, que agrupa por semejanzas y no como éste sujeto que se organiza en función de la diferencia.

La sexualidad en el sujeto lacaniano, afectado por el significante, como nos indicaba ya Freud, se constituye en dos tiempos, lo que la topología del sujeto introducida por Lacan, nos facilita ubicar. Segunda vuelta en la construcción del sujeto, borde del objeto causa de deseo.

Comparto algunos fragmentos de un capítulo de mi último libro “Pubertadolescencia”, que pone en juego algunos de los conceptos con los cuales podemos leer estos síntomas de época.

Identidad, identificación 

Hablar de identidad es negar que el sujeto se constituye en un mal lugar, como dice Lacan; un lugar, al menos, ajeno. 

La Identidad es el nombre que la psicología toma del Ser. Elude la división del sujeto. Freud plantea tres modos de identificación1,

1. Al padre muerto. In corporación de lo simbólico que ahueca al cuerpo haciéndolo sensible al decir. Previo a toda elección de objeto.

2. Al rasgo unario. Lo unario del rasgo es la marca de la diferencia con «lo otro». A diferencia de la lógica que propone el género, donde se reúnen por rasgos iguales, por ejemplo: los mamíferos no son los vertebrados que tienen mamas, sino que lo son porque hay vertebrados que no las tienen. El rasgo implica a la falta.

3. La identificación al deseo de otro. Lacan ubica al significante como corte en Banda de Moebius, entre el sujeto y el Otro, siendo el sujeto mismo el corte y a su vez borde del objeto, resto de esta operación, causa de deseo; por lo que constituye la identificación en la que el sujeto se constituye como deseo. Cuando hay sujeto hay deseo.

Hablamos de identificación, no de identidad 

Estando el sujeto marcado por el significante, a ya no es a. Esta identidad es imposible para el sujeto hablante. La división que el sujeto sufre porque habla, la subsana mediante una operación que llamamos fantasma, donde opera sobre lo real mediante lo imaginario y lo simbólico. Con esto construye una especie de ser que le permite pensar que tiene una vida con sentido, que tiene un mundo. Si bien esto hace la vida habitable, es engañoso, alienante. Los instantes de libertad, de existencia, creatividad, para el sujeto, están en sus equívocos, cuando se sale del libreto. 

Como no se puede estar errando todo el tiempo, el sujeto se engaña con una supuesta identidad, sexual. 

Las innumerables nominaciones que se están proponiendo como identidades, no nos hacen más libres en términos subjetivos. Tal vez el horizonte, último borde identitario, sea el nombre propio, el que queda en la lápida. 

La investigadora Ana María Fernández plantea en un artículo publicado por el diario Página/12 que el orden anterior de los cuerpos y del sexo proponía una dominación del hombre, no sólo sobre la mujer hetero, sino sobre otras diversidades, por no estar reconocidas en ese orden. 

Si lo que está en juego es la ruptura con los paradigmas de la dominación, que se extiende en las organizaciones sociales a la familia o la pareja sexual, debemos preguntarnos si la diferencia en los sexos implica de por sí una dominación. 

En principio diría: hay dos sexos: Uno y otro. Que haya dos no supone dominación vertical, ni igualdad horizontal. Justamente, para que haya dos, uno tiene que portar la marca de la diferencia. Si tenemos, por ejemplo, a dos gemelos, y uno de ellos lleva un lunar, es con eso que se los diferencia. Lo cual no lo vuelve dominante. 

El dos no es el UNO, es el tercer número de la serie numérica (0, 1, 2) con el que se inicia la serie, lo múltiple. El mundo simbólico que habitamos se construye por los opuestos, sabemos lo que es claro porque hay lo oscuro.

A esos dos la lengua los llama, tal vez imitando a la biología, hombre y mujer, o a la inversa. Hay dos con sus variaciones de goce que hoy se intenta identificar. En ese camino de hacerse igual a su goce consigue una identidad, gozo de esto por tanto soy…, allí el sujeto queda atrapado en un soy.

Florencia de la V. quién fue construyendo su identidad sexual en gran medida en las pantallas, dijo, respondiendo a la pregunta por quién era: «soy un hombre con un goce particular». ¿Qué la hizo pasar luego a presentarse como una madre amorosa? ¿Es más libre en una posición que en otra, en un ser que en otro? 

En un tiempo, la primacía del significante hacía que las identificaciones a prototipos de época llevaran a ir construyendo una supuesta identidad a la que se intentaba acomodar un goce, que incluso podía quedar oculto. En estos tiempos, la primacía del goce fuerza una identidad en la que el sujeto se hace igual a su goce. La ruptura de los paradigmas desorienta al sujeto que hoy busca, en estas múltiples identidades, un orden. 

Lo que empuja al sujeto es el deseo, que como corte del campo del Otro conlleva pérdida de goce. No parece ser por el lado del goce que seremos más libres. Por otra parte, aunque parezca paradójico, ese goce que queda como resto, como plus, es lo que se escapa a las nominaciones posibles. 

No se puede pedir autorización para gozar, el goce siempre implica a la transgresión. 

Buscar en el goce el núcleo de la identidad, verse impulsado a recibir del Otro el nombre de su goce, es intentar encontrarle su lógica. El goce escapa a toda lógica, es innombrable. 

Primera vuelta: Edipo 
Segunda vuelta: pubertad- elección sexual 

La entrada en la etapa fálica, es decir, cuando la falta de objeto que otorgue satisfacción delinea un borde que hace al circuito pulsional donde se satisface, pasa a ordenarse en términos fálicos: tener-no tener. 

En esta primera vuelta se resignifica la falta en términos simbólicos. La construcción que a partir de ese tiempo va realizando, tramando de un modo singular RSI, se ve conmovida en la pubertad, lo que impulsa la segunda vuelta.

Que comience la trama subjetiva a partir del Edipo no excluye lo que ha ocurrido en el tiempo anterior; que ocurra una primera vuelta implica que las marcas, que por sí mismas no tienen la posibilidad de repetirse, en este tiempo se hacen significantes, vía función paterna, en su operación metafórica. 

El objeto se dialectiza en términos edípicos. 

La prohibición del incesto, que toma su lugar para el sujeto en el Edipo (previamente recaía sobre la madre en términos de «no reintegrarás tu producto»), se inscribe como tal en la pubertad, en donde despliega su eficacia. El objeto prohibido (la madre en ambos casos) promotor del deseo, comienza sus desplazamientos que no son erráticos. 

La inscripción que se produce en la segunda vuelta es el corte por el desprendimiento del objeto, corte entre sujeto y objeto; de ese corte y de ese desprendimiento, queda una marca. 

Así es como algunos rasgos del objeto se vuelven luego atractivos; en la pubertad, el objeto-causa, ahora el partenaire, de algún sexo, que porta la marca del desprendimiento. Es un rasgo propio de las repeticiones de su constitución como sujeto. 

Como la pubertad fue un tema muy trabajado por la psicología y la sociología, se desacreditó durante un tiempo la posibilidad de que pudiera tener una eficacia en la estructura. 

Esta segunda vuelta tiene su incidencia sobre la estructura 

Dijo Freud en Análisis profano2:

Esta constitución en dos tiempos de la sexualidad tiene gran relación con la génesis de las enfermedades nerviosas y parece privativa del hombre, siendo quizás uno de los determinantes del privilegio humano de enfermar de neurosis. 

En un pie de página del texto «Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina», plantea que, generalmente, la raíz de las neurosis se encuentra en la temprana edad, 

… mientras que, en nuestro caso de una muchacha nada neurótica, se desarrollan en los primeros años siguientes a la pubertad, aunque también por completo inconscientemente. ¿Habremos de esperar que esta época, demuestre también algún día una decisiva importancia?3

Estos fragmentos acentúan el lugar de la pubertad como segundo momento estructurante de la sexualidad, y por ende de la neurosis, de un sujeto. Rompe la idea de evolución o de progreso hacia… y nos invita a pensar cómo en esta segunda vuelta se constituye el objeto como causa de deseo. 

La inadecuación entre el sujeto y el goce, entre una identificación como hombre o como mujer y el goce que lleva, es estructural e insoportable. 

En la pubertad es donde comienzan a darse las preguntas ¿qué nombre le pongo a todo esto que me está pasando? ¿En el cuerpo de qué nombre? ¿A nombre de qué cuerpo yo experimento este goce? Y con estas preguntas se conmueve toda la estructura fantasmática construida hasta entonces. 

En la pubertad, en la repetición del momento edípico, algo toma cuerpo. Es la repetición, en la neurosis, lo que da consistencia y determina un cuerpo.

1 . Freud, Sigmund. Más allá del principio de placer, Psicología de las masas y análisis del yo, y otras obras (1920-1922), en Obras Completas, Vol. XVIII, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2001.
2 Freud, Sigmund. «El análisis profano», en Obras Completas del Profesor Sigmund Freud, Tomo XII, México, Editorial Iztaccihuatl, 1953.
3 Freud, Sigmund. (1920) «Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina», en Obras Completas, Vol. XVIII, op. cit.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Fragmento de Oscar Gonzalez de la Presentación del libro Pubertadolescencia

[El libro] ... nos habla también de la resonancia de los significantes en el cuerpo, del ritmo, la importancia que tiene el ritmo en cuanto a la marca de una expresión sonora. Aquí hay una serie de conceptos que están muy bien organizados, y cruzados diría yo, que van del sonido y el valor significante. ¿No podríamos pensarlo al revés, digo yo? ¿No será que es el significante el que genera la diferencia de los sonidos? Yo me preguntaba esto mientras leía lo que ella iba diciendo, pero resulta que, hablando de ritmo, sonido y significante, encontré la respuesta inmediatamente. Me preguntaba si no podía pensarse al revés, ¿no será que es el significante el que genera la diferencia de los sonidos? Pero, sigo con ella, y vamos a encontrar respuestas. “El ritmo instituye el tiempo y el espacio”, encuentro una compañía para mi pregunta en lo que sigue, fíjense cómo ella me responde a la pregunta: “El valor significante está en la diferencia entre un sonido y otro”. Yo creía que estaba leyendo que el sonido, de alguna manera, estaba por fuera del significante. Cuando seguí avanzando, en el párrafo siguiente, evidentemente el ritmo del texto lleva a la respuesta de mi pregunta. “Habría en el ritmo un ordenamiento simbólico que incluye el tiempo y el espacio, y que es previo a la significación, pero no al significante”.

viernes, 11 de agosto de 2017

martes, 11 de julio de 2017

viernes, 7 de julio de 2017

jueves, 15 de junio de 2017

Fragmentos de Oscar Gonzalez en la Presentación del Libro "Pubertadolescencia"



Yo le agradezco a Adelfa que me haya permitido leer de esta manera el texto, con este compromiso. Me ocurrió algo que, como lector, seguramente, le va a ocurrir a más de uno, y desearía que así fuere, que es que, cuando terminé de leer el libro, estaba casi todo subrayado. 

Comienza con un no prólogo. Sorpresivamente me encontré con el título del prólogo como no. La importancia del no en la clínica y la importancia del no en la teoría psicoanalítica es muy importante. Ella dice que la negación no implica una contradicción sino que señala un antes y un después. Y yo creo que así es, cuando terminé el libro asistí a una especie de acontecimiento de la lectura o producto de la lectura.

El libro interroga el lugar del adolescente púber -ya Liliana lo dijo, de manera indistinta, y propuso también alguna observación al respecto- en la constitución del sujeto mismo. Me parece que esto es toda una apuesta que ella hace. También nos recuerda que “pubertad” es un término que viene más de la medicina y “adolescencia” más de la psicología.

Encuentro que este libro tiene un punto que es el corazón del libro, lo voy a retomar varias veces, que lo dice de este modo: “En todo caso se trata del sujeto lacaniano, que es el mismo en cualquier edad. Será el tiempo del aprés coup el que va a permitir el pasaje del cuerpo del niño polimorfo perverso, tal como lo nombraba Freud, al cuerpo del adolescente.” Este pasaje creo que va a ser como la columna vertebral de todo el libro.

La autora nos dice que el lugar de la pubertad en la construcción de la realidad, que recién mencionaba Liliana, y la sexualidad, el fantasma de un sujeto en esa segunda vuelta, esta segunda vuelta sostiene el deseo hacia el objeto que, a su vez, define la elección sexual. O sea que la construcción o el alcance de esta segunda vuelta no es un hecho cualquiera sino que sostiene el deseo hacia el objeto que, a su vez, define la elección sexual.

Respecto del sujeto, nos recuerda en un capítulo “El sujeto es efecto, es decir que el sujeto no está en el origen. Cada acontecimiento significante deja una marca que inicia una serie que, en su repetición, da cuerpo a lo que es solo borde.” Y concluye, en otro tramo, “Si deseo, hay sujeto, si no, no”. Esa es la importancia que le da a la posibilidad de que el sujeto asuma el deseo, es decir, la castración del Otro. Creo que ahí está la base.

Nos va a hablar de muchos temas, por qué ocurren tantos brotes o descompensaciones o lo que fuere en la adolescencia, porque es un tiempo de vulnerabilidad, por este pasaje mismo del que estamos hablando. Preguntas que son propias de quien está tomado por la clínica, como esta: ¿Qué nombre le pongo a esto que me está pasando? Son preguntas que hemos escuchado de los pacientes, ¿Qué hago con esto que me está ocurriendo? Lo formulen tal cual o no, son preguntas que evidencian y dan testimonio de quien está trabajando con adolescentes y púberes. ¿Qué ocurre con esta eyaculación? ¿A nombre de qué cuerpo le adjudico esto que experimento? Esta extrañeza que se escucha con frecuencia en la práctica con estos pacientes."

miércoles, 7 de junio de 2017

Fragmentos Liliana Donzis en la Presentación de "Pubertadolescencia"


"Agradezco a Adelfa nuevamente la invitación para presentar su libro “Pubertadolescencia”, de ediciones Xoroi. Este libro pone a prueba varios años de trabajo y dedicación de Adelfa al tema, sobre adolescencia. Sin embargo, leyendo y disfrutando de las letras que nos ofrece, me doy cuenta de que su tesis, la que desarrolla en este texto, comienza desde el mismo título del libro. Es así que una creación nos espera, una palabra nueva que suma dos conceptos, pubertad y adolescencia.
En el no prólogo, como titula al prólogo, nos dice que el término púber o adolescente nos orienta hacia un lugar que, si bien es equívoco, se puede ir torciendo en el recorrido.
Ese significante nuevo a priori trasunta que ambos, pubertad y adolescencia, siguen la misma pista. 

(...) Hay además unos capítulos muy interesantes en los que plantea la cuestión de la presencia del analista en estos tratamientos, que, por otro lado, creo que muchos de nosotros ya sabemos que tienen una especificidad, pero que, yo diría, tienen una problemática propia dentro del análisis. Desde la presencia de los padres, si sí o si no y cuándo, hasta las dudas que traen, los pasajes al acto, los acting out, cualquier consultorio en el que se trabaje con adolescentes está regado de estos paradigmas.

(...) A mí me gustaría destacar cómo Adelfa formaliza, pone en términos formales, en este caso topológicos, la experiencia de esto que ella está pensando entre púberes adolescentes, o más bien púberesadolescentes. Trabaja superficies topológicas para asentar las escrituras. Fundamentalmente lo que quiero leerles es el plano proyectivo y el cross cap. El capítulo me interesó muchísimo, y, para mí, el título pone la nota y el tono del libro. “La pubertad es un acontecimiento estructurante. Ocupa un lugar especial en la construcción del espacio y el tiempo para el sujeto parlante. Lo que ocurre en la pubertad y cómo ocurra va a incidir en la neurosis del sujeto. Es allí donde el objeto inadecuado que hace del cuerpo del niño perverso polimorfo se metamorfosea en el otro sexo, perdiendo así el acceso directo al objeto de goce.” 
Agrega Adelfa “Será el amor, el deseo, la seducción el instrumental para conseguir algo de la satisfacción. Si la castración es renegada, no hay metáfora de goce en el cuerpo del Otro ni búsqueda vacilante de lo que se desea, hay saber sobre el goce, sobre lo que produce la satisfacción, y allí entramos en el terreno de la perversión”. 

(...) Me generó un enorme deseo de seguir leyendo el libro, de seguir comentándolo, investigando, dialogando. Desde ya lo recomiendo, no solo para quienes trabajan con jóvenes sino también para los que se interesan en psicoanálisis, ya que en él encontramos las huellas y la lectura de cuestiones cruciales, así como los pasos clínicos necesarios en el abordaje de la cura en casos de difícil resolución.
Dialogar con Adelfa, con su libro, en su libro y dentro del libro será, entiendo, para todos, yo decía una experiencia, pero hoy aprendí que va a ser un acontecimiento. Muchísimas gracias. 

Liliana Donzis

viernes, 19 de mayo de 2017

No Prólogo

Estimados/as:
Les comparto algunos fragmentos del No Prólogo de "Pubertadolescencia. Elección sexual" como anticipo del contenido del libro que presentaré el lunes 29 de mayo a las 19.00hs. en la Sala David Viñas del Museo del Libro y de la Lengua.

Desde ya les agradezco los comentarios, que son bienvenidos, y espero contar con ustedes en el evento.

Cariños,
Adelfa Jozami

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No Prólogo

A partir de Freud sabemos que la negación no implica la contradicción. No es esto lo contrario a un prólogo: negar es índice de algo, lo señala. ¿Qué señalo en éste caso? Que no hay un antes ni un después del logo; para el humano parlante todo comienza allí e intenta hacer con lo que se le escapa de ese campo que lo ordena.

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No tiene una mirada neutral: mi formación ha corrido por el cauce abierto por Freud y Lacan; esa es mi perspectiva.

El sujeto que abordo es el sujeto lacaniano. Ese sujeto, al ser lo que “un significante representa para otro significante”, no sabe lo que lo causa, y su cuerpo pulsional se ve afectado desde el inicio por el orden simbólico. Razón por la cual, durante un tiempo largo, el psicoanálisis lacaniano no se detuvo en la encrucijada de la pubertad: el sujeto con el que trabajábamos, barrado por el significante, debe ser el mismo a toda edad…

Pero ese malentendido deja de lado la cuarta dimensión: el tiempo. La temporalidad del sujeto, regida por el significante, construye las significaciones de su historia como nos enseñó Freud: “nachtraglich”, a posteriori. Luego de una segunda vuelta respecto a la marca que lo singulariza, el sujeto se efectúa. Por lo que, lógicamente, no es lo mismo escuchar a un niño, “perverso polimorfo” como los nombraba Freud, indicando que no había un objeto adecuado a sus goces, cuyos goces no lo definen de un sexo u otro; a un púber, cuyo cuerpo en crecimiento y movimiento rompe con los montajes que lo sostenían y simultáneamente debe optar por uno u otro lugar en el lenguaje, él-ella. O un adulto, cuyo discurso se ha estabilizado en un tipo de neurosis, o psicosis, en el que su deseo se encuentra ya atrapado en la Demanda del Otro o en el goce del Otro, según el caso..

Verán que uso los términos adolescente y púber indistintamente. Ocurre que nos encontramos optando por dos nominaciones que eluden lo singular. Púber designa a quien atraviesa un período marcado por lo biológico y es el nombre por el que optó Freud en tres ensayos para una teoría sexual al escribir la metamorfosis de la pubertad; adolescencia es el nombre que le ha dado fundamentalmente la psicología. Lo que Mauricio Knobel llamó “el síndrome normal de la adolescencia”, una serie de síntomas que se ubican en ésta época, entre los 11 y los 16 años, y luego pasan, sin que signifiquen una patología. Utilizar el término adolescente o púber, nos orienta hacia un lugar que, si bien es equívoco, se puede ir torciendo con el recorrido que haremos. Como en el chiste, por ejemplo, cuando una palabra se usa de otro modo.

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Supongo que este libro es, en definitiva, una de las formas resultantes del dejarme empujar, ser absorbida por ese enigma que insiste en convocarme: la pregunta por el lugar de la pubertad en la construcción de la realidad y la sexualidad, el fantasma de un sujeto, en esa segunda vuelta.

Para desplegar el recorrido de esta insistencia, y las diversas formas que encontré para enfrentarla, de una manera legible, es decir, que apunte a cierta transmisión posible, fui construyendo un camino que no busca presentar un saber en progreso, con complejidades crecientes. Más bien se trata de instantes, respuestas a las preguntas que sostienen nuestra clínica.
El recorrido irá mostrando cómo llegamos a la idea: que es en la pubertad donde ubico la segunda vuelta en la construcción del fantasma, lo que sostiene el deseo hacia el objeto que a su vez define la elección sexual.
Parto de la posición del analista porque es desde ese lugar que han sido formuladas mis preguntas y algunas respuestas, además de acentuar el lugar de la abstinencia en nuestro trabajo. Luego abordo al sujeto del psicoanálisis, sujeto barrado, dividido de lo que lo causa por el significante, lo que va mostrándonos que la sexualidad del humano parlante no tiene nada de natural y a su vez la difícil adecuación entre el sujeto y el cuerpo, el deseo y los goces, lógica del significante y lo que se le escapa, articulación imposible, sostenida por el fantasma, realidad espacio temporal que el sujeto y sus vicisitudes, habita.
A partir de la introducción del nudo borromeo RSI, abordaré algunos desencadenamientos propios de esta época de pasaje, sus salidas, “resoluciones”.
Desplegaré la idea de causa para entender los impasses en la pubertad, en la que el desgano puede imperar, y la conquista de un nuevo sentido, luego de su carencia.


martes, 16 de mayo de 2017

PALABRAS



Las palabras dan forma a la realidad. Es una verdad hecha saber del que ya disponemos.
Hay el Biendecir o el Maldecir. Que operan sobre el modo de los lazos.
Están las malas palabras, que vehiculizan rechazos; que se acercan a goces prohibidos.
Están los que dicen las cosas bien y pueden ser escuchados, o por el contrario las dicen mal y por eso son rechazados.
Y están las palabras que dicen BIEN lo que un humano parlante debiera rechazar. GENOCIDA, TERRORISMO DE ESTADO, HOLOCAUSTO, no deben ser sustituidas por otras que les quiten peso porque nombran lo que no debería volver a ocurrir.

Adelfa Jozami

Recomiendo el artículo en contratapa de Página 12 del 7 de mayo de Noé Jitrik. Se llama Rechazo/ Aceptación.

https://www.pagina12.com.ar/36184-rechazo-aceptacion

lunes, 8 de mayo de 2017

La función del amor y del dinero en la práctica psicoanalítica

Me interesa entrar en el debate que Luciano Lutereau ha abierto en un artículo publicado en Página12 el jueves pasado, que titularon "Mi analista me ama", aunque posiblemente él haya llamado “La función del dinero en psicoanálisis”.

Coincido en que el dinero cumple una función que, si bien se inscribe en un contexto de economía capitalista, intenta mostrar al psicoanálisis como una práctica sin valor….. de cambio.

El analizante paga por hablar y le demanda al analista saber sobre su sufrimiento. Esta demanda es de amor, como toda demanda. Si el analista respondiera del mismo modo, no habría análisis. El autor propone la definición que da Lacan del amor: Dar lo que no se tiene a quien no lo es como el modo del lazo analítico. Este lazo, que constituye el amor de transferencia, que pone en cuestión el ser y el tener, es el terreno donde se desarrolla el análisis, pero es un obstáculo para que el análisis se realice, paradoja fundamental de esta práctica; es por esto que el analista interpreta propiciando un corte de éste campo.

Que el analizante paga con dinero, pues si no lo hiciera podría pagar con otra cosa es muy cierto, además (y por eso es incómodo para el analizante) es lo que le permite indicar que lo que allí ocurre no es una relación amorosa. Que la contrapartida sea que el analista da (lo que no se tiene) su tiempo, es al menos, cuestionable.  Puede ser que al autor le falte el tiempo, pero lo cierto es que a algunos ¡les sobra! Tampoco es algo que escapa a la acción significante ya que es mensurable, por lo que está concernido por la dialéctica del ser y el tener. Puede que el tiempo, singularmente, funcione como objeto a para quién lo suelta en el campo del Otro, pero esa singularidad no podría universalizarse como lo que implica el lazo entre analizante y analista. Por otra parte Lacan propone trabajar los pagos del analista en relación a su persona, su palabra y el juicio sobre su acción, lo que denominamos abstinencia.

Lo que empuja al analista a llevar adelante un análisis, en el que se presta a ser tomado como objeto para poder ejercer el corte, es el deseo del analista. Noción sumamente importante que entre otras cosas, permite la abstinencia del analista y hace posible establecer la mayor distancia, como nos enseña Lacan, entre el objeto causa de deseo y el ideal del yo (del analista) propiciado por el amor. 

lunes, 1 de mayo de 2017

Presentación de mi nuevo Libro



Estimados y estimadas:

Los invito a la Presentación de mi nuevo libro titulado "Pubert
adolescencia. Elección sexual" que se llevará a cabo el día 29 de mayo a las 19.00hs en la Sala David Viñas del Museo del Libro y de la Lengua, avenida Las Heras 2555.

Presentarán la obra:

  • Liliana Donzis. Psicoanalista. Analista de la Escuela (AE) y Analista Miembro de la Escuela (AME) en EFBA.
  • Oscar Gonzalez. Psicoanalista. Analista Miembro de la Escuela (AME) en EFBA.

Finalizaremos la actividad con un brindis.

Los espero!!

Adelfa Jozami


martes, 25 de abril de 2017

Próximamente



Estimados/as:

Próximamente estaré presentando mi nuevo libro "Pubertadolescencia. Elección sexual" editado por Henry Odell, Xoroi Ediciones, España. Les dejo a continuación la contratapa del mismo como anticipo de los temas que aborda.
A la brevedad confirmaré la fecha, los presentadores y el lugar.

Me encantaría contar con su presencia.

Adelfa
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Este libro no recopila un saber sabido sobre la adolescencia. Sería más bien un encuentro contingente entre el psicoanálisis y la adolescencia, tal como la encontramos dicha por otros discursos —sociológicos, antropológicos, filosóficos y, sobre todo, analizantes—. Pretende transmitir lo que el adolescente le hace al psicoanálisis y cómo interviene el psicoanálisis en un sujeto que transita la pubertad. 
Es un testimonio de la autora sobre la articulación entre su práctica, su formación psicoanalítica lacaniana y la época. Se ve orientada por el enigma que representa la pregunta por el lugar de la pubertad en la construcción de la realidad y la sexualidad, el fantasma de un sujeto. El recorrido irá mostrando como es allí donde ubica la segunda vuelta en la construcción del fantasma, lo que sostiene el deseo hacia el objeto, que define la elección sexual.
Intenta responder a algunas preguntas sobre el lugar que la pubertad/adolescencia tiene en la constitución de un sujeto: en sus identificaciones, sus goces, su realidad fantasmática; ya que no todo está dicho con el Edipo, esa primera vuelta: hacen falta dos vueltas para que el sujeto se inscriba en el discurso como hombre o como mujer. Para el humano parlante, su sexualidad, como veremos en el libro, no tiene nada de natural, no se orienta por sus instintos; para construir su frágil identidad masculina o femenina y adecuar sus goces a ella, depende de esta inscripción.
Los términos adolescente y púber se usan indistintamente. Se trata de optar por dos nominaciones que eluden lo singular… Utilizar el término adolescente o púber, nos orienta hacia un lugar que, si bien es equívoco, se puede ir torciendo con el recorrido a realizar.
En el decir poético de Joyce y de Mishima, la autora expresa el modo en que un decir hace al cuerpo pulsional. Le llama a esto resonancias, poniendo en juego el ritmo como el modo en que el cuerpo entra en lo simbólico permitiendo la sexuación.

miércoles, 12 de abril de 2017

Propósito del Blog

Acentúo su carácter de: Espacio, lugar en el que escribir las letras producto del trabajo, reflexión, ideas, que me permita realizar en parte mi deseo de transmitir lo que el psicoanálisis me ha enseñado y a su vez, hacer lazos con quienes se vean interesados en tener una interlocución con esto.  El propósito entonces es tener un espacio para decir y que esto haga lazos.

Por ahora mis interlocutores son, los que han sido y los que actualmente leo, la sorpresa de los que desconozco será estimulante.

Que el “soporte” y “vehículo” sea éste espacio virtual, forma parte de la experiencia. Como resultado de la paradoja que implica la enseñanza del Psicoanálisis en un espacio institucional, en éste momento hemos disuelto la Escuela de psicoanálisis que habíamos fundado hace un tiempo (por qué no decirlo, luego de haber suspendido la experiencia en otra institución psicoanalítica también fundada por nosotros), por lo que, mas allá de mis intervenciones en otros sitios, éste será el lugar que aloje mis reflexiones, por ahora.

Las redes “democratizan” el uso de la palabra. Habida cuenta de los usos que los medios establecidos de comunicación, hacen para “formar opinión”, las redes resultan un vehículo válido para transmitir ideas que entran en los debates de época sin ese objetivo, con la búsqueda de “que se diga”.


Es un desafío fenomenal transformar al lector de textos editados, en el lector que es editor de sus lecturas. Este pasaje implica pérdida de garantías y el riesgo de no poder orientarse en el aluvión de información.  Éste soporte/ vehículo habrá sido uno de los agentes de esta transformación.

martes, 11 de abril de 2017

Presentación y trayectoria de Adelfa Jozami

 

Perfil

Nació en Paraná, Entre Ríos, el 23 de septiembre de 1948. Realizó sus estudios universitarios en Rosario, donde desarrolló diez años de su práctica; allí, junto a otros psicoanalistas fundó la Escuela de Psicoanálisis Sigmund Freud.

En 1983 se traslada a Buenos Aires y en 1990 participa de la fundación de la Institución Psicoanalítica de Buenos Aires, dirigiéndola durante un período. En 2009 participó en la fundación de la Escuela de Psicoanálisis Lacaniano de la que fue Directora en dos oportunidades. Durante estos últimos años trabajó sobre la construcción del fantasma y la elección sexual. Dictó Seminarios sobre Adolescencia y en 2016 uno titulado “Qué impulsa a un sujeto a realizar un cambio de sexo”.

Participó como expositora en Eventos y Congresos Internacionales abordando estos temas, entre otros.

Escribió “El testimonio en la formación del psicoanalista y en la teoría psicoanalítica” publicado en Buenos Aires por la Editorial Catálogos y “Pubertadolescencia. Elección sexual” publicado en Barcelona por la Editorial Xoroi Edicions como parte de la Colección Mirar con las palabras.

 

Trayectoria de Adelfa Jozami

La pregunta por la Adolescencia y la Pubertad ha atravesado su práctica y sus teorizaciones. La trayectoria de Adelfa Jozami consta de cuatro ejes centrales; Participación y fundación de Instituciones Psicoanalíticas, la Transmisión del Psicoanálisis en función de la docencia, la supervisión y la clínica, Participación en Eventos y Publicaciones.

Entre los eventos que ha participado merece destacarse la Reunión sobre la Enseñanza de Lacan y el Psicoanálisis en América Latina realizada en Caracas, Venezuela, en 1980, única vez que Lacan viajó a América.

 

Participación y Fundación de Instituciones Psicoanalíticas


Participó activamente en la Fundación de Instituciones y Movimientos Psicoanalíticos que tenían por fin la transmisión del psicoanálisis.
  • Fundó, junto a otros colegas, la Escuela de Psicoanálisis Lacaniano EPLa (2011) en la cual fue Directora en dos períodos consecutivos.

  • Participó en la Fundación de Convergencia. Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano en Barcelona (1998) y de las Comisiones de Enlace de Buenos Aires.

  • Fundó, junto a otros colegas, la Institución Psicoanaítica de Bueno Aires IPBA (1990) en la cual fue Directora durante un período y formó parte de la dirección como Responsable de Enseñanza en varias oportunidades.

  • Participó en el Centro de Extensión Psicoanalítica.

  • Fundó, junto a otros colegas, la Escuela de Psicoanálisis “Sigmund Freud” de Rosario (1979) en la cual formó parte de su dirección.

  • Fue Jefa del Departamento de Clínica con Adolescentes del Instituto de la familia Bene Berith de Rosario (1978).

  • Fue Titular de la Cátedra “Psicología Evolutiva” en la Carrera de Terapia Ocupacional, dependiente de la Facultad de Medicina de Rosario. (1976)

Simultáneamente a su práctica en estas Instituciones participó activamente del Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano.

 

Transmisión del Psicoanálisis

Docencia

Su docencia se desarrolló fundamentalmente en Instituciones Psicoanalíticas.
Algunos Seminarios y Cursos que ha coordinado o dirigido para destacar:

  • Seminario Breve “El objeto a objeto de deseo es a-sexuado”. EPLa.

  • Grupo de Lectura. Formación en Clínica con Adolescentes. 2da vuelta. La clínica. EPLa.

  • Seminario. Seminario de formación en Clínica con Adolescentes. EPLa.

  • Seminario de la Escuela. Construcción del fantasma 2da vuelta. Pubertad-Elección sexual. EPLa.

  • Curso y Debate. Matemática. Física. Geometría Proyectiva. Intervenciones entre discursos. EPLa

  • Proyecto de Enseñanza. Hacia la formación de un Psicoanalista. (Directora). EPLa. Espacio dedicado a la formación de analistas de 2 años de duración.

  • Grupos de Lectura de Seminarios de Lacan. “La identificación” “La angustia” “La lógica del fantasma” “L'insu que sait de l'une-bévue s'aile à mourre”.

  • Seminario. Acto. Corte. Interpretación. IPBA. Cruce entre el Seminario del Acto y RSI de Lacan.

  • Seminario. Adolescencia <> Psicoanálisis. IPBA.

  • Seminario. Identificación. Identificación sexual. Declaración de sexo. IPBA.

  • Seminario Breve. Destino de la angustia. Final del análisis. IPBA

  • Seminario. Pulsión Inconsciente Fantasma. IPBA.

  • Seminario. Significante Letra. Modos de Goce. IPBA.

  • Organización del Espacio de Práctica del Testimonio del Analista en IPBA. (1997 – 2009) Experiencia del testimonio de la práctica clínica que pone en juego en la extensión lo que habrá sido el lugar del analista.

  • Organización del Recorrido de Enseñanza en IPBA. Espacio dedicado a la formación de analistas de 3 años de duración.

  • Seminario virtual. La angustia.

  • Seminario virtual. El duelo.


Supervisión

  • A nivel Hospitalario desarrolló su práctica de supervisión en el área Infanto-Juvenil del Hospital Ameghino (1985 al 1991) y en consultorio privado.


Clínica
  • Desarrolló su Clínica en Consultorio Privado.


Participación en Eventos

A lo largo de su carrera y formación ha participado en múltiples Congresos, Jornadas y Actividades organizadas por Escuelas, Hospitales y Movimientos Psicoanalíticos.
Algunas de ellas son:

  • Reunión sobre la Enseñanza de Lacan y el Psicoanálisis en América Latina. Caracas, Venezuela. 1980.

  • Reunión de Convergencia. Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano. París, Francia. Hôpital de la Salpêtrière. Disertante. 2007

  • Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis. Participación como disertante desde 1993 en Porto Alegre hasta la realizada en Río de Janeiro 2017.

    • Porto Alegre 1993. Trabajo Presentado: Posición del inconsciente – Posición del Analista.

    • Buenos Aires 1995. Trabajo presentado: La impostura. De la extensión a la intensión.

    • Salvador Bahía 1997. Trabajo presentado: Resguardo de la falta.

    • Recife 2001. Trabajo Presentado: Significación del Fantasma.

    • Montevideo 2007. Trabajo presentado: Identificación sexuada – Declaración de sexo.

    • Bahía Blanca 2009. Trabajo presentado: Semblante – Mascarada – Disfraz.

    • Brasilia 2011. Trabajo presentado: El fantasma y la distribución de goces.

    • Río de Janeiro 2017. Trabajo presentado: Transexualismo. Deseo – Goce.

  • Segundas Jornadas Internacionales. Un siglo de sexualidad a 100 años de “Tres ensayos…”. Participación como ponente. Ciudad de México 2005.

  • Reunión Fundacional para una Convergencia Lacaniana de Psicoanálisis. Disertante. Ponencia: Tiempo y acto. 1998. Barcelona España.

  • Reunión Preliminar para una Convergencia Lacaniana de Psicoanálisis. Barcelona 1997.

  • Universidad de Palermo. Facultad de Derecho. Expositora en el Seminario Interdisciplinario de Planificación Sucesoria. 1996.

  • Jornada Preparatoria para Reunión Preliminar para una Convergencia Lacaniana de Psicoanálisis. Buenos Aires 1996. El Inconsciente, sus formaciones y su límite. Trabajo presentado: Hacer… lo inconsciente.

  • Mayéutica Institución Psicoanalítica. Jornada “Eficacias de lo inconsciente”. Expositora. 1996.

  • Invitada al VIII Congreso Metropolitano de Psicología. La profesión del Psicólogo y sus Especialidades. 1995. Panelista en el Foro: Humor.

  • Jornada Lacan Transferencias en Argentina. El psicoanálisis y las formas de agrupamiento de analistas. 1994. Panelista.

  • Jornada de Psicopatología. Centro de Salud Mental Nº3. Hospital de Agudos “José M. Ramos Mejía”.1986. Panelista.

  • Panelista de la Mesa Redonda: El peso del malestar.

  • 1er Congreso Municipal de La Familia, El niño y El Adolescente. Hospital General de Agudos Parmeño Piñeiro. Servicio de Psicopatología y Salud Mental. 1983.

  • Jornada “Adolescencia y Familia”. Asociación Argentina de Psiquiatría y Psicología de la Infancia y de la Adolescencia. Miembro organizador. 1974.

Publicaciones

  • Pubertadolescencia. Elección sexual. (2017) Editorial Xoroi Edicions. Colección Mirar con las palabras. Barcelona. España.
  • El testimonio en la formación del psicoanalista y en la teoría psicoanalítica. (2001) Editorial Catálogos. Buenos Aires. Argentina