jueves, 15 de junio de 2017

Fragmentos de Oscar Gonzalez en la Presentación del Libro "Pubertadolescencia"



Yo le agradezco a Adelfa que me haya permitido leer de esta manera el texto, con este compromiso. Me ocurrió algo que, como lector, seguramente, le va a ocurrir a más de uno, y desearía que así fuere, que es que, cuando terminé de leer el libro, estaba casi todo subrayado. 

Comienza con un no prólogo. Sorpresivamente me encontré con el título del prólogo como no. La importancia del no en la clínica y la importancia del no en la teoría psicoanalítica es muy importante. Ella dice que la negación no implica una contradicción sino que señala un antes y un después. Y yo creo que así es, cuando terminé el libro asistí a una especie de acontecimiento de la lectura o producto de la lectura.

El libro interroga el lugar del adolescente púber -ya Liliana lo dijo, de manera indistinta, y propuso también alguna observación al respecto- en la constitución del sujeto mismo. Me parece que esto es toda una apuesta que ella hace. También nos recuerda que “pubertad” es un término que viene más de la medicina y “adolescencia” más de la psicología.

Encuentro que este libro tiene un punto que es el corazón del libro, lo voy a retomar varias veces, que lo dice de este modo: “En todo caso se trata del sujeto lacaniano, que es el mismo en cualquier edad. Será el tiempo del aprés coup el que va a permitir el pasaje del cuerpo del niño polimorfo perverso, tal como lo nombraba Freud, al cuerpo del adolescente.” Este pasaje creo que va a ser como la columna vertebral de todo el libro.

La autora nos dice que el lugar de la pubertad en la construcción de la realidad, que recién mencionaba Liliana, y la sexualidad, el fantasma de un sujeto en esa segunda vuelta, esta segunda vuelta sostiene el deseo hacia el objeto que, a su vez, define la elección sexual. O sea que la construcción o el alcance de esta segunda vuelta no es un hecho cualquiera sino que sostiene el deseo hacia el objeto que, a su vez, define la elección sexual.

Respecto del sujeto, nos recuerda en un capítulo “El sujeto es efecto, es decir que el sujeto no está en el origen. Cada acontecimiento significante deja una marca que inicia una serie que, en su repetición, da cuerpo a lo que es solo borde.” Y concluye, en otro tramo, “Si deseo, hay sujeto, si no, no”. Esa es la importancia que le da a la posibilidad de que el sujeto asuma el deseo, es decir, la castración del Otro. Creo que ahí está la base.

Nos va a hablar de muchos temas, por qué ocurren tantos brotes o descompensaciones o lo que fuere en la adolescencia, porque es un tiempo de vulnerabilidad, por este pasaje mismo del que estamos hablando. Preguntas que son propias de quien está tomado por la clínica, como esta: ¿Qué nombre le pongo a esto que me está pasando? Son preguntas que hemos escuchado de los pacientes, ¿Qué hago con esto que me está ocurriendo? Lo formulen tal cual o no, son preguntas que evidencian y dan testimonio de quien está trabajando con adolescentes y púberes. ¿Qué ocurre con esta eyaculación? ¿A nombre de qué cuerpo le adjudico esto que experimento? Esta extrañeza que se escucha con frecuencia en la práctica con estos pacientes."

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