domingo, 22 de enero de 2023

A QUÉ DISTANCIA

 

Algunas reflexiones acerca del odio.

A QUÉ DISTANCIA

El odio y  sus efectos destructivos

 

Alojar vs rechazar. Sólo en un mundo simbólico éste par es posible. Son movimientos implicados en el lazo al otro. Si me acerco buscando el UNO con otro, si me acerco demasiado, sobreviene la agresividad para mantener la distancia que haga posible el deseo.

Amor y Odio pasiones narcisistas, pasiones del ser que buscan tener al Yo como UNO. El amor aúna, el odio rechaza.

Si bien el psicoanálisis nació con Freud, como una terapia para la neurosis, los conceptos que fue desarrollando nos permiten entender algunos problemas de la humanidad.

 La pregunta por la humanidad, por la verdad, son nuestras preguntas? Tanto Freud como Lacan tuvieron a la humanidad en sus horizontes conceptuales. Hablando del Edipo Lacan dice que la investigación no peca por lo que encuentra sino por lo que busca

La clínica psicoanalítica se dirige a lo singular. En tanto ese singular define el rasgo que hace del exterior su interior es que la humanidad es también nuestro tema.

El odio, esta pasión del ser, tanto en lo singular como en lo social, atraviesa las culturas y las épocas haciendo imposible la vida en común.

El odio en el YO, el odio en lo social. ¿Puede extenderse de lo uno a lo otro como fractales? O hay un punto de articulación, digamos punto impropio donde se articula esa pasión singular en lo social.

Podemos colectar varias ideas acerca del odio, todas válidas. El odio como defensa ante la angustia en tanto ésta testimonia de una hiancia existencial. El Yo odia y persigue con propósitos destructores a los objetos que puedan ser fuente de sensaciones displacenteras.  Representa la lucha del yo por su conservación y afirmación (Pulsiones y sus destinos, Freud). Tomaré al odio como pasión del ser, de lo UNO, que impulsa a destruir todo lo que ponga en juego esa unidad. Esto ocurre si no ha habido duelo por el UNO.

Respecto a la idea de un punto impropio que articula el odio en el yo con su expresión en la sociedad, podemos  ubicar allí la política, donde una decisión, manifestación u operación política impulsaría y haría uso de esta pasión singular, radicalmente narcicística. Si hay acontecimientos trágicos en la humanidad, que pongan en escena al odio ha sido el Holocausto. Llevados por Hitler, los agentes del terror o de la operación exterminio, debían odiar, de dónde si no podía provenir la energía que los llevó a tales atrocidades?.  Y en nuestro país?, Como fue posible en la dictadura tanta crueldad? Es el ejercicio del odio , picanear los órganos genitales, tirarlos vivos al río desde un avión… Odio + Política de exterminio. Seguramente la pulsión de destructividad provee de energía a esta pasión narcisista, pero nos sugiere la pregunta. ¿Se debe odiar para destruir?. ¿Hay alguna forma del lazo que propicie el odio?. El capitalismo propicia un modo de lazo en el que no hay pérdida, solo acumulación y desperdicio, por lo tanto no hay duelo.

Voy a recordar un pequeño fragmento de un diálogo de Sócrates con Alcibíades citado por Lacan a propósito en éste caso del amor como pasión del ser y el lugar del duelo. Ante el frenesí de Alcibíades Sócrates le dice: “Ocúpate de tu alma, lo que persigues es tu imagen, debes percibir que la función de éste objeto no es de meta, sino de causa mortal y haz tu duelo por éste objeto que no es más que tu imagen. Entonces conocerás los caminos de tu deseo. Porque yo, Sócrates, que no se nada, lo único que conozco es la función del Eros”. Esto es en el amor, la imagen que hace obstáculo al deseo es una imagen fascinante, narcicística, la que se debe perder.

En el odio es la imagen de lo rechazado.

Cuando hay duelo, lo rechazado como real  retorna en lo simbólico proporcionando un significante nuevo que permite saber hacer con la pérdida, con lo imposible. Cuando no lo hay, esto no ocurre. Cuando no hay duelo, lo rechazado retorna en lo imaginario, provocando como ocurre en la melancolía, una proliferación de imágenes sin sentido, imágenes de disgregación, despedazamiento, fantasmas de castigo; el famoso ataque de pánico como respuesta, a diferencia de la angustia.

Les voy a relatar un fragmento de la clínica en los primeros tiempos de la pandemia, situación que afectó a la salud pública y representó un fenómeno sociopolítico inédito. Allí pude escuchar como el capitalismo, como forma de lazo, dificulta el duelo ofreciendo siempre algo a cambio…cuando hay.

Muchas veces, respecto a lo social, nos preguntamos ¡cómo puede ser!! Tanta insensatez en los argumentos que sostienen un enojo furibundo, o las quejas o ciertos mensajes en los medios. En la clínica, una paciente que no puede salir, al comienzo por la cuarentena ahora por temor, no puede viajar. Le falta la 2° dosis que la protegería, alguien es responsable de lo que no. El Otro que debe responder a la demanda. No es escuchada, se pregunta ¿por qué pasa esto? Ahí aparece el odio, despotrica, se descarga, desahoga dice, Chinos, Alberto, Cristina, nombres depositarios de su odio. En éste tiempo estoy pensando en el mecanismo de la trasmisión de goce del odio y le sugiero, entre otras cosas, que no escuche noticieros. Dice que ya no sabe en quién creer. El lugar del saber está en cuestión, todo pierde la forma, se desintegra. Antes la religión daba respuestas. La ciencia vacila, su tiempo, el del experimento no es el de la pandemia. “Son todos ineptos”. Desilusión. No hay Otro, se pierde el sentido, la pulsión de destructividad se desencadena. La palabra ya no cumple su función dadora de sentido. Además, como decíamos, el retorno como toda pulsión que hace su circuito, es en lo imaginario, tiene terribles pesadillas y se le cruzan imágenes donde está internada intubada o ya muerta con gusanos. Es duro analizar hoy. Terminada esa sesión, me pide disculpas, dice que necesitaba desahogarse.

El fin del odio, no el que se desliza por el plano simbólico e imaginario una vez hecho el duelo y que favorece la crítica o desmenuzar lo dicho, sino el odio que busca el exterminio en lo imaginario, simbólico y real, el fin es trágico. En la tragedia barroca el Héroe simbolizaba el lugar en el que convergían las malas decisiones del príncipe, el gobernante, junto al modo en que movía los hilos el intrigante. Donde estaba el poder estaba el origen de la tragedia. Hoy no es tan visible dónde está el poder, Byung Chul Han se responde a la pregunta por la soberanía: el poder está en quién dispone de los datos. En China no aparece el término: esfera privada y confían en la Big data.

Relacionando lo que planteaba del duelo con el discurso capitalista en el que estaría anulada la pérdida, sería a pura ganancia, surge que en ésta lógica capitalista, la función de la palabra, -tomando lo que plantea Lacan en Ou pire donde ubica como topología de la palabra a los discursos, cuyo giro, que produce como efecto sentido- estaría imposibilitada al no haber pérdida.

 Adelfa Jozami

 

 

VIOLENCIA IMPUNIDAD MUERTE

 

Hace tres años, cuando ocurrió la tragedia cuya víctima fue Fernando Báez Sosa, escribí estas reflexiones que me ayudan y tal vez ayuden a pensar y por tanto habitar el mundo en que vivimos.

VIOLENCIA  IMPUNIDAD  MUERTE

 

La conmoción que provocó el acontecimiento, la tragedia en Villa Gesell, nos dice, que desconocemos aún mucho del humano y su vida en sociedad.

La pregunta que podemos hacernos en éste caso en que nos enfrentamos a una acción insensata y brutal, no es la de entender y explicar qué pasó según nuestro conocimiento, sino, cuál sería el acto que lleve a un corte, a un “nunca más”. A que no se propicie el espacio para que sea posible. La conmoción social también nos dice que como sociedad, si hay Estado que recoja el guante, es posible que algo cambie. Por supuesto que la violencia es inherente al humano, pero también lo es la búsqueda de lo civilizatorio. Como sucedió con el soldado Carrasco o María Soledad Morales u otros casos de trata de personas, o los 30000 desaparecidos.

Como nos enseñó Freud en Totem y Tabú, una vez muerto el padre que poseía la suma de los goces, para evitar la fratría, tenía que haber lo intocable, lo prohibido: matar, el incesto. Esto da comienzo a una posible vida en sociedad. Luego vienen las leyes y las instituciones que las sostienen. El goce absoluto queda perdido. La posible vida en sociedad se asienta en una pérdida.

Tomo por aquí porque no creo que sea posible interpretar éste hecho como equivalente a un rito de pasaje de adolescente a “hacerse hombre” como puede ocurrir entre los 13 o 14 años, en primer término porque la mayoría de los que participaron ronda los 20 años; tampoco está dentro de los emblemas masculinos el pegar a alguien que ya está reducido; parece que el horizonte era otro. Así como en algunos sitios acentuaban el horizonte de Fernando respecto al deseo de ser abogado, circulaba un mensaje de uno de los victimarios antes de ir a VG que decía que irían a romper lo que no habían logrado el año anterior. Horizontes.

Del lado de las instituciones hay agujeros respecto a lo que deberían proteger. Del lado del sujeto me interesa pensarlo como la búsqueda de impunidad, como búsqueda de un goce absoluto, sin pérdida.

En una novela de Y. Mishima: El marino que perdió la gracia del mar, como sucede con la literatura,  se pueden leer, algunas respuestas a las preguntas que nos hacemos. Se trata de una pandilla, acá sí de preadolescentes de 13 años, cuyo líder tiene su delirio que remite a un goce absoluto: los genitales eran para copular con la vía láctea. Lo que lo hacía poderoso frente a los otros niños que desbordaban de curiosidad acerca del sexo.

Un rasgo propio de la pubertad que refiere a la omnipotencia es la apatía. Dice Blanchot al respecto: Es el espíritu de negación aplicado al hombre que ha elegido ser soberano. Es oponerse a la espontaneidad de cualquier pasión, Dice Sade:…el alma pasa a una especie de apatía que se metamorfosea en placeres mil veces más divinos que los que le procuraban las debilidades   

 Se hacen insensibles y por lo tanto crueles.

Me refiero a éste texto cuyos personajes son preadolescentes porque coinciden con lo que creo podía ser la búsqueda en ambos grupos que es la impunidad. En éste caso del relato de Mishima, el jefe dice que deben apresurarse a realizar el asesinato pues tienen 13 años y a los 14 en Japón ya son punibles. Es decir, son pre adolescentes, que no realizan un rito de pasaje a la adultez sino a la impunidad.

Para el jefe de la novela de Mishima, matar era equivalente a romper las cadenas interminables de los odiosos tabúes sociales, logrando así un poder real sobre su existencia. Este es el precio que no pueden pagar, que no hay poder absoluto sobre la existencia. Cuando como resultado de un rito iniciático previo al asesinato, matan a un gatito, Mishima escribe: La muerte había transformado al pequeño animal en un mundo perfecto, autónomo. Lo maté con mis propias manos, puedo hacer cualquier cosa por terrible que sea.

Cuando no es la ética del deseo la que comanda la vida, lo que implica una pérdida, cuando se cree que es Yo quien debe comandarla, para no alienarse al deseo del Otro, el elogio al goce absoluto es inevitable, y la muerte la consecuencia más verdadera.

 

ADELFA JOZAMI

domingo, 6 de noviembre de 2022

Horizontes

Les comparto el link del artículo que escribí y fue publicado el jueves 3/11 en Página 12. 

https://www.pagina12.com.ar/494330-horizontes


Entendemos que la posibilidad de tener un horizonte es lo que nos diferencia de los animales. Y, quizás, una frase inspiradora sea suficiente para ampliar el propio (y el de algunos otros).

Hace unos días leí una frase de Sandra Russo en Página 12, que inspiró lo que sigue. La frase es: “No hay horizonte en el odio fascista actual […] sino apenas una evacuación de frustraciones”.

Simultáneamente, estaba leyendo una novela de Henning Mankell, que reedita 25 años después (según dice, su primera novela “en serio”). Dice en el prefacio: “Era una época de gran alegría, de una energía enorme. Todo era aún posible. Nada estaba aún perdido ni decidido”. Luego, enumera los cambios que fueron ocurriendo: “… pero los pobres y los desvalidos del mundo se han vuelto más pobres…”. Y plantea que Suecia, su país de origen, ha pasado de un intento decente de construir una sociedad a un saqueo social: una división cada vez más clara entre las personas necesarias y las sobrantes.

Se trata, entonces, de la inclusión. Sin inclusión no hay horizonte.

Que se “vean” los problemas principales por los que vamos errando como humanidad (quizás, al borde del abismo), no es lo mismo que esa humanidad, los que la encauzan, haga lo necesario para tomar otros caminos que renueven los horizontes. ¿Será porque quienes encauzan, es decir, gobiernan o tienen el poder económico, están “adentro” y temen poner en riesgo su propia inclusión (en otras palabras, sostener sus privilegios)?

Hay un signo que se puede leer significativamente en algunas culturas occidentales, que se diferencia de las orientales, que es el lugar del “viejo”. Me referiré a este concepto en relación con la memoria. En la mayoría de las culturas orientales, el viejo es el sabio (es decir, es el lugar donde se puede encontrar saber), es cuidado y valorado, está incluido. En las occidentales, salvo que haya acumulado mucho dinero (en cuyo caso “no importa la edad”), está dentro de los considerados “sobrantes”. Esto coincide con una de las formulaciones de Sandra Russo respecto de lo peligroso de los jóvenes sin memoria y sin interés por lo histórico que sostienen el odio fascista; lo que nosotros, en psicoanálisis, podemos identificar como repetición sin memoria.

Como psicoanalistas, vemos en la repetición un goce que no ha sido restado, es decir, que no se ha perdido, porque no hubo duelo. En la clínica analítica, tenemos el instrumento para hacer allí un corte, un corte que abre, para el neurótico, nuevos horizontes.

Sin duelo no hay porvenir.

En la estructura del discurso capitalista no hay duelo. No hay duelo porque no hay pérdida, solo acumulación y sobrante, que no es lo mismo.

Sin pérdida no hay duelo. Sin duelo no hay porvenir.

 

Posdata: Como suele ocurrirme, cuando escribía esto, leí un dato que se vincula con lo que venía pensando. El 17 de octubre de 1948, Evita inauguró una residencia para adultos mayores y escribió el “Decálogo de la ancianidad”. Este texto incluía, entre otras cosas, el derecho al goce y muchos otros derechos que, como tales, rompen con el asistencialismo.

 

ADELFA JOZAMI

 

(Pueden leer el texto de Sandra Russo que menciono en el siguiente enlace: https://www.pagina12.com.ar/482645-la-guerra-y-la-paz)

 


sábado, 30 de abril de 2022

Continuidad de los fragmentos

 

Hola a todes. 

 

Les informo que a partir de ahora suspenderemos la subida de fragmentos sobre el duelo para dar lugar a algunos de mi seminario actual sobre el Nombre propio y la Nominación.

 

Dado que están articulados, mi propósito sería eventualmente presentar la trayectoria de ambos en forma de libro el año próximo y en el entretiempo continuar subiendo solo algunos pasajes clave, que den un pantallazo de las ideas que se tratan en cada uno.

 

En el siguiente post pueden encontrar los primeros fragmentos de este nuevo seminario:


Fragmentos del seminario NOMBRE PROPIO / NOMINACIÓN


 

Saludos! 

 

Adelfa



Fragmentos del seminario NOMBRE PROPIO / NOMINACIÓN

1° Reunión 


 

…el significante hombre o el significante mujer ya no representan a todos. ...

 

…En principio, les digo que me parece que son signos de la cultura que recién estamos en condiciones de leer. Después, escribir sobre eso, sobre qué es lo que está ocurriendo y qué nominaciones nuevas puede haber, me parece que va a ser luego de una lectura. ...

 

…Como analistas, tenemos que estar muy atentos a eso, ¿son síntomas? ¿Realmente podemos decir que, de entrada, un niño ya se percibe niña o viceversa? ¿Qué pasa ahí? Eso es lo que siempre nos ha interesado y vamos pensando para entender cómo se produce esa nominación para que sea genuina. 

La palabra genuina es una de las boyas que nos van a orientar, porque el tema de la verdad, siendo que el humano se guía por los significantes, es fundamental. Si no hay referente en el psicoanálisis, si el objeto está perdido, ¿qué es lo que hace que algo sea verdadero, que uno no se sienta un impostor? ...

 

…No quiero tomar todavía por ahí, pero sí piensen, como para ubicarse en lo que estoy diciendo, que primero la transmisión era oral y después se incorpora el trazo; porque el humano es fonación y trazo, a diferencia de los animales. Todo esto que decíamos, la idea de cambiar el cuerpo para que se adapte a una identidad determinada, cambiar el nombre porque este no me representa, todo eso es propio del humano, es un problema de los humanos, no les pasa a los animales. Ese problema no lo tienen los animales porque son una unidad, no están divididos, no entran a un discurso, como el humano.

Ese es otro tema interesante: al discurso se entra dividido. Quiere decir que no todos entran al discurso, se puede estar en el lenguaje y no en el discurso. Por ejemplo, un psicótico está en el lenguaje, pero no entra al discurso. Por eso tiene esa característica de repetir como si fuera una grabadora, porque el lenguaje no lo divide. Eso también va a entrar en lo que vamos diciendo, pero quería planteárselo por esto de por qué un animal no sufre estas cosas: porque no está dividido. ...

 

…de lo oral se pasa al alfabeto, la biblioteca, que eran escrituras manuales, estaba la biblioteca de Alejandría, que era polo de reunión cultural porque todo lo escrito estaba ahí, y estuvo como setecientos años, no fue una cosa de un rato; posteriormente, con Gutenberg y la imprenta, la masificación de la escritura y la lectura. Eso es hasta ahora, pero después viene la web 1.0, que es el hipertexto, o sea, la posibilidad de conectar con otros textos en la misma pantalla; la 2.0, que serían las redes sociales. O sea, va cambiando la forma de la comunicación, y va mutando lo que se comunica también, eso es re importante. 

Ahora, está esta cosa inmersiva, que es la 3.0, que tenemos que tener en cuenta porque forma parte del modo de comunicación actual y forma parte de nuestra realidad. Son cosas que se construyen y son propias del lenguaje, porque no habría posibilidad de que esto pasara, fíjense que se basan en lo mismo que Lacan cuando piensa el sujeto, cuando se va a Pierce, a Frege, y habla de la serie de los significantes: como un significante no se puede significar a sí mismo, necesita otro y se arma la serie, y esa serie es infinita. Es la misma fundamentación de la web 3.0, o sea que la semiosis es infinita. Es la capacidad de metáfora propia del significante, de sustitución propia del significante, lo que permite este desarrollo. ...

 

…Para el humano, es necesario el nombre, y fíjense que decimos necesario, que incluye la lógica modal: está lo necesario, lo contingente, lo posible y lo imposible. El nombre lo acompaña hasta el final, la escritura del nombre en la lápida es la manifestación de que ese hombre existió, si no, se perdería, como los animales. Si bien hay ahora cementerios de perros, todo esto es propio de lo doméstico, no es que un perro va a sepultar a otro perro, eso es propio de los humanos. 

Es necesario y, para poder explicar esto, primero tenemos que desarrollar la otra afirmación, que es que no hay identidad en el hablante, o sea, que no hay mismidad, no hay lo mismo. 

 

…cómo entra el sujeto al discurso. Estamos diciendo que todo esto, el nombre, la nominación, es necesario porque el sujeto es hablante, pero ser hablante no es solo tener lenguaje, ser hablante es haber entrado al discurso, o sea, estar dividido del objeto que lo causa. ...


…la madre acoge a ese cuerpo animal, porque es un cuerpo animal, uno, no dividido, y, con su deseo, lo significa, o sea, transforma su grito en demanda. A veces nos embrollamos mucho de cómo es que la madre incorpora lo simbólico en el niño, y es porque transforma su grito en demanda, o sea, grita, y ella dice “Quiere comer”, grita, y ella dice “Le duele algo”. Lo entra al discurso y lo divide de lo que lo causa, porque no se sabe más por qué gritaba. En ese instante, se pierde el objeto. 

Les decía esto de cómo la madre transformaba ese grito en demanda y lo incluía en el discurso, y, de ese modo, además, transforma el cuerpo animal en cuerpo pulsional. Ese es el acto inaugural. …    

...hace una doble operación en ese instante en que transforma ese grito en demanda. La doble operación sería incorporar al niño a lo simbólico e incorporar lo simbólico en el niño, que sería, metafóricamente, incorporar ese vacío de la primera identificación. ...


           …Es muy importante cómo entra lo simbólico en el niño y cómo transforma el cuerpo, que ya no es cuerpo animal. Lo que nosotros decíamos es que ahí es donde se divide, porque el animal, cuando necesita el alimento, no piensa que lo tiene el Otro: lo busca, si no lo encuentra, se muere, pero no es que cree que se lo tiene que demandar a Otro. Veíamos esto que Lacan señalaba, que las crías de los animales tenían esa propiedad, que no tenía el humano, de poder trasladarse rápidamente hacia su objeto, y eso hacía que lo incluyera como propio, “está por ahí”, sería. El animal lo busca, pero no es que lo busca afuera, está dentro de una interioridad. 

Eso ya nos va incorporando en la idea del uno: el uno que es el animal es el uno de la unidad, como dice Lacan, el uno que plantea Plotino por ejemplo; no el uno que vamos a trabajar nosotros, que es el uno del rasgo unario, el uno al cual se identifica el sujeto, el uno de la diferencia absoluta, no de la unidad. ... 

 

…el analizante viene como hablante y, como tal, siempre toma al analista por Otro, siempre se produce ese efecto de sustitución en donde, al suponerle el saber al analista, lo toma por Otro. ...


…Cuando Freud desarrolla el concepto de inconsciente, lo que hace es un corte con lo que era la palabra inconsciente en ese momento, o sea, nomina al inconsciente, esa palabra pasa a ser una nominación. Al ser una nominación, lo que hace es generar un campo nuevo. No es que desarrolla lo que había antes respecto del inconsciente, sino que genera un campo nuevo, que es el campo del psicoanálisis, y lo genera a partir de que transforma esa palabra en otra, la nomina, hace un corte con lo anterior. Hace una diferencia que es muy importante mantener porque hay mucha gente que habla del inconsciente, pero, a veces, habla del inconsciente prefreudiano; “lo que está por debajo”, “hay que ir a lo profundo”, esas frases son más prefreudianas que freudianas. El inconsciente freudiano está en el discurso, nada más que se entredice, y hay que escucharlo, pero no está profundo, está ahí. ...

…el nombre sutura y la nominación corta. ...

 

…el vacío, como vacío —nosotros lo hemos trabajado bastante con el duelo—, innombrado, es solo vacío. En un pote de mostaza vacío, ese vacío de adentro del pote no es el mismo que el de afuera, es un vacío nombrado. Uno puede decir “Este es el pote de mostaza”, aunque no tenga mostaza adentro. O sea, el nombre nombra un vacío. ... 

el nombre designa un vacío y lo cubre, porque no es que lo nombra y nada más. Lo cubre, ya no es más vacío, es un pote de mostaza. Entonces, ese sujeto no es más un vacío, es Fulano de tal. Vacío, nombre, cubre el vacío. 

En cambio, la nominación, la vamos a ver infinidad de veces en otras cosas, pero la que me gustó para marcar la escisión del sujeto es la siguiente: hay un texto de Lacan en que él habla de una novela, en ese momento, lo que estaba mostrando es cómo el signo —si bien decimos siempre que el signo es algo para alguien, mientras que el significante es lo que representa a un sujeto para otro significante: en el signo hay todavía una representación de cosa; en el significante, esa representación cae—, y es muy claro por qué lo plantea, no puede uno olvidarse de eso, el signo no es descartable porque no sea lo mismo que el significante, sino que es precursor del significante, es lo previo al significante. El signo, luego, cae, se niega, se reprime, se borra y aparece el significante, el rasgo que sostiene el significante. El rasgo siempre es el soporte del significante.

Vuelvo al tema que planteaba Lacan del signo como precursor del significante. Él cuenta que, en esa novela, una mujer le tenía que avisar a su amante si estaba sola o no estaba sola. …La mujer, si estaba sola, iba a correr la cortina de una determinada manera. Eso es un signo, es algo para alguien, pero precursor del significante, porque ella aparece ahí dividida: no es solo “Estoy sola”, es “Estoy sola y deseo el deseo del otro”. Aparece ahí un encadenamiento, donde ella aparece dividida entre la sola y la deseante del deseo del otro, está ahí dividida. Ahí ya es significante, es un significante que representa ese sujeto para otro significante. Lo que aparece en esa división es un corte, esa cortina corrida es un signo precursor del significante que dice que esa mujer desea esa compañía. Ahí hay una nominación de un deseo. Articúlenlo, es muy interesante, porque lo que se articula en la nominación de analista es el deseo de analista.

            Eso habla de la nominación, eso es una nominación. Todavía no aparece claro cuál sería el significante; sería “la sola que desea la compañía de ese otro y desea el deseo del otro”, esa situación nomina eso, no es un nombre, no marca ningún vacío. ...

 

…El nombre propio cubre el vacío, cumpliría la función del pote de mostaza. El nombre propio, dicen los lingüistas y Lacan lo acepta, es como si fuera un significante en estado puro, porque no significa nada, es solo un nombre que el Otro le otorga para entrarlo al orden simbólico y, de ese modo, distinguirse, no solo de las otras personas, sino de los otros objetos. …el nombre propio, o el designado, siempre viene del Otro, en cambio, la nominación no: la nominación viene por una lectura, un equívoco, o una repetición, viene en el momento de la división subjetiva. Es cómo uno puede registrar ahí la nominación, lo que te nombra, lo que te nombra en el momento de la división como eso, “la sola que desea el deseo del otro”. ...

…Si el verbo está directamente con el yo, “Yo miento”, la acción y el yo como uno, ahí no tiene solución; pero si yo digo “Yo digo que miento”, se divide, se produce la división, y eso sí funciona, porque yo puedo decir que miento y no mentir, lo que hago es decir que miento. ...

…qué tipo de identidad se trata en el sujeto parlante. Se trata de la posibilidad de identificarse al rasgo. La forma es de identificación al significante. Lacan plantea una cosa muy clara de qué sería identificarse al significante, de qué se trata esa identidad del significante, la identidad que se logra identificándose al significante. Plantea el famoso tren de las diez y cuarto, uso el mismo ejemplo porque es interesante. Ahí se puede ver con toda claridad que no es que uno identifica al tren de las diez y cuarto por la forma, que sería una identificación imaginaria. Uno siempre piensa que las identificaciones son imaginarias, y no, son al rasgo, son al significante. La identificación imaginaria siempre busca la identidad de percepción, o sea, que haya una coincidencia entre las representaciones. Acá, no. El tren de las diez y cuarto puede ser con cinco vagones, diez vagones, puede ser más nuevo, más viejo: no tiene importancia el objeto material y la imagen del objeto, no tiene que ver la imagen del objeto, tiene que ver la frase. Es un enlace significante que crea un objeto en lo real. ... 

 

…qué efecto produce un significante en lo real, que uno se pregunta qué quiere decir que produzca un efecto en lo real: es que crea un objeto a donde no estaba. Esa frase, “el tren de las diez y cuarto”, construye un objeto que, hasta ese momento, no existía. ¿Qué hace ese objeto? Hace que la gente corra cuando llega tarde, hace que piense cómo ordenar su día, hace que piense que puede llegar a tal lado. Como el inconsciente de Freud, creó un objeto que no existía y generó un campo. Eso es incidir en lo real, agujerear lo real. Un nombre propio agujerea lo real: transforma un cuerpo animal en un sujeto que puede incluirse en el discurso. ...

…cuál es el acto inaugural de un sujeto, cómo uno puede pensar que el sujeto humano comienza, y es su identificación al rasgo unario, ahí comienza. ...

 

…Retomando lo que dijimos hace un ratito, lo unario es el uno de la diferencia y no es el uno globalizante. Esto es fundamental para que entendamos después, creo que la próxima reunión ya lo vamos a poder abordar, el tema del género. La propuesta del género tiene que ver con la norma, o sea, con lo que sería lo mismo entre uno y otro. El género, entonces, no es una preocupación del psicoanálisis. Para el psicoanálisis, la preocupación es lo unario del sujeto, es decir, dónde está nominado, dónde está dividido, y no dónde está unificado a un género. ...

 

…Vamos a ver la próxima reunión cuando plantea el tema de los mamíferos: que los mamíferos no son todos los animales que tienen mamas, sino que se trata del rasgo unario mama, que lo distingue de los vertebrados que no tienen mamas. Lo interesante no es lo que hay, sino lo que no hay, que es la lógica fálica: el tener no tener. La lógica fálica incluye lo que no, la negación. Ahí, a nosotros lo que nos interesa es la diferencia, y no, el colectivo que unifica. Es con lo que podemos trabajar. Justamente, lo que dice Lacan, que podemos desarrollar, es que la mama no es mamaria, es fálica, en el sentido de que tiene que ver con lo que hay y lo que no hay. ...

 

…Me enteré de que el metaverso es esta tercera web, meta es en griego, quiere decir ‘más allá’, o sea, más allá del universo que conocemos hasta ahora. El universo que conocemos hasta ahora, y eso se enlaza con una cosa que dijo Patricia, que es muy interesante porque lo plantean los lingüistas cuando hablan de los nombres, es el tema de los mundos posibles. Una nominación, un verdadero corte por nominación abre otro mundo posible. Una posibilidad es que alguna verdadera nominación, no cualquiera sino una verdadera nominación, abre mundos posibles. ¿Qué quiere decir mundos posibles? Esto viene desde Leibniz, que decía que vivimos en el mejor de los mundos posibles; es que, claramente, cada decisión, cada acto que uno realiza en la vida, te lleva para un mundo determinado. Ahí viene cuando algunas personas dicen “Ay, me hubiera casado con este otro”. ...

 

…Cada vez que uno produce un acto, va hacia un mundo posible. Esta es una parte de la cuestión. En un mundo que es casi paralelo al nuestro, que es el mundo digital —digo paralelo porque uno no entiende casi nada—, pasa esto de que hay movimientos y mejoras, como si dijéramos Gutenberg con la imprenta, y cómo cambió el mundo a partir de la imprenta. No estamos todavía pensando cómo está cambiando con las innovaciones que hay en la web, que sería ese mundo digital. Ahí descubrí el metaverso, que es esta tercera etapa de la web, que es mundos paralelos, que sería generar espacios virtuales, pero verdaderos. Esa es una de las cosas que vamos a trabajar la próxima, que es, metido en el mundo del significante, hay que ver cómo se valida esto, ¿qué nos indica que lo que yo digo el otro me lo va a entender y es verdadero? Hay un sistema de validación para el humano, a medias, que no es Dios. La verdad se dice, dice Lacan, tiene que ver con el decir. ...

 

viernes, 11 de marzo de 2022

Seminario 2022

NOMBRE- NOMBRE PROPIO- LO QUE NOMBRA- ACTO- NOMINACIÓN

Hola a todes, les comparto algunas de las ideas que trabajaremos durante el seminario



El nombre propio es necesario para el hablante.

La pérdida que sufre en el origen lo divide, su objeto cae en el campo del Otro y es allí donde lo busca. El nombre propio, otorgado por el Otro le permite vía identificación, ser uno entre otros, es así como entra al discurso y hace lazo. Responde a la pregunta:¿quién soy?.

Para que el lenguaje sea vehículo de conocimiento, de comunicación, tiene que tener valor de verdad. Frege y Russell plantean que debe haber una relación con su referencia, descripciones que identifican al referente con un nombre. Kripke, en “El nombrar y la necesidad” se opone a esto y plantea que no hay relación entre el referente y el nombre, que el nombre es un designador rígido, sin metáfora, sin sentido. Entre ambas teorías, para el psicoanálisis, el objeto está perdido, no hay referente, solo la marca de la pérdida. Hace falta un acto para que el nombre se inscriba. El acto, que es significante, rompe la dicotomía verdadero/usurpador, legítimo/impostor, donde la verdad ya no tiene el carácter de ser aquello que coincide con el referente o la verdad garantizada por el Otro. La verdad en el psicoanálisis es escrita, es axiomática: no puede decirse toda, entonces se dice a medias. Es por esto que el nombre es necesario, es necesario que se inscriba y, para esta escritura, es necesario un acto. 

Aunque lo que ocurre respecto a la orientación/desorientación sexual nos dice que los nombres existentes son insuficientes para ordenar los lazos, no se puede inventar y escribir cualquier cosa. Con nombrar no alcanza, es necesario una operación que afecte la estructura.



La nominación surge como escritura de lo imposible.

La función del nombre propio es la de sutura respecto a la división del sujeto. La de la nominación es de corte.

No hay identidad en el hablante. El sujeto, rechazado del saber sobre su sexo a partir de la incidencia equívoca del significante, sólo reconoce una diferencia, que desde Freud se articula a una lógica: la lógica fálica. En busca de una certeza sobre su goce y hacia dónde éste lo conduce en tanto ser (identidad) se encuentra con un vacío de saber, esto puede llevarlo a buscar en las creencias, religiosas, mágicas, pseudo científicas (la ciencia no da certezas) lo que le permita unir saber y verdad, suturar el vacío que le produce incertidumbre. Equilibrio precario que tambaleará con cualquier irrupción de lo real. Inversamente, el sujeto encuentra su verdad en el significante, equívoco, con cuya inscripción hace saber.

Si bien la nominación incluye al nombrar, hay diferencias. La nominación opera sobre la estructura (nodal), es producto de un acontecimiento, momento en que la repetición significante, consigue por ejemplo a través de un equívoco, producir ese significante nuevo que nombra lo perdido. Este corte produce un cambio en la posición subjetiva. Se podría decir que esta nominación escribe lo imposible. No hay una solución a priori, es escrita. 


El sujeto es nombrado por el Otro, con su nombre propio, luego como niño o niña. Esos nombres provienen del Otro. Por ser hablante, el sujeto está alienado al lenguaje que viene del Otro. La nominación, producto de un acto, no de una designación de otro, es lo mas propio que tiene el sujeto.

Se abren otros mundos posibles: la nominación, que escribe la pérdida, lo imposible, abre el horizonte de mundos posibles.


La crisis cultural que provoca la desintegración del Otro consolidado, la caída de las creencias, conmovió y puso en cuestión las nominaciones establecidas: hombre/mujer. Primero fue nombrar la homosexualidad masculina, gay, la femenina, lesbiana, y últimamente estalló en infinidad de nombres. Mundos posibles?

Cómo afectará a los lazos? Y a la sexualidad? Y al deseo?. 

Respecto al nombre homosexual por ejemplo, Lacan en su seminario “Los nombres del padre”, dice que es una nominación inadecuada. En ese mismo seminario formula algo que me viene orientando hace bastante para pensar estos temas: “…quisiera hacerles observar que esas fórmulas llamadas “cuánticas de la sexuación” podrían expresarse de otro modo, lo que quizás permitiría avanzar. Podría decirse así: el ser sexuado no se autoriza más que por sí mismo; pero yo agregaría: y por algunos otros”. Lo que mas adelante continúa: “…¿no habría podido ocurrírsenos en la Escuela que es eso lo que equilibra mi decir de que el analista no se autoriza mas que por sí mismo?. Esto no quiere decir que él esté solo para decidirlo”. Claro que éste decir de Lacan ha tenido consecuencias en mi pensamiento y en mi participación en instituciones.



Quien esté interesado en participar del seminario puede encontrar información respecto a la inscripción, a las fechas y al itinerario en el siguiente post: 

http://adelfajozamipsicoanalisis.blogspot.com/2022/03/seminario-2022.html 

Saludos!

Adelfa Jozami

viernes, 4 de marzo de 2022

Seminario 2022

NOMBRE- NOMBRE PROPIO- LO QUE NOMBRA- ACTO- NOMINACIÓN         

                 
                        


No hay identidad en el hablante; el nombre propio es entonces necesario para él: necesita que algo lo ubique como “uno”, diferente a “otro”. El nombre propio, otorgado por el Otro, le permite una vía de identificación: ser “uno” entre otros. Es posicionándose en ese “uno” que entra al discurso y hace lazo. Responde a la pregunta: ¿quién soy?.

Mas allá de los debates entre filósofos del lenguaje respecto a si debe haber un referente para que el nombre sea verdadero  o por el contrario si es un designador rígido, para el psicoanálisis, el objeto está perdido, no hay referente, solo la marca de la pérdida. Hace falta un acto para que el nombre se inscriba. 



El recorrido que haremos en este seminario no es inocente, tiene un horizonte, tiene un sentido: poder despejar algunas preguntas de nuestra época, no solo teóricas, sino que inundan nuestra clínica y atañen al psicoanálisis al involucrar el deseo, el amor, la identidad sexual, los goces. 

Hoy por hoy Facebook ofrece a sus usuarios una lista de más de 50 palabras para personalizar su género. Esos nombres que en general identifican el modo de goce o la transición de uno a otro ¿qué nombran?, ¿qué función cumplen?. Los goces que justamente lo son porque escapan al dominio del significante, ¿pueden ser nombrados?. El sujeto con ese nombre identificado ¿considera que ese es su objeto?. ¿Sustituye al fantasma que vela la falta del objeto? ¿Son los nombres de los pedazos de cuerpo luego de la explosión de la díada h/m? ¿Verdaderamente explotó o es una redistribución de funciones, privilegios, gustos entre géneros, de carácter cultural?.   

Propongo volver sobre algunos textos sobre el tema de los nombres y las nominaciones, para luego poder encarar qué función cumplen los nombres hoy y qué efectos producirá el fenómeno que se da actualmente respecto a las nominaciones de identidad de género y sexualidad en el desarrollo del sujeto.


El seminario comienza el 8 de abril y se desarrollará a lo largo de 10 reuniones, los 2° y 4° viernes de 10,30 a 12 hs. por ZOOM.

El arancel es de 1000$ por reunión e incluye una desgrabación.

Para inscribirse o para aclarar cualquier duda pueden escribir al mail adelfa.jozami.psicoanalisis@gmail.com



Itinerario

  • 1° Reunión, 8 de abril, y 2° reunión, 22 de abril

   Identidad  Identificación

No hay identidad posible en el hablante. Yo- no es- Yo. Enunciado/enunciación-          La identificación es al significante.

El einziger zug. Rasgo unario.

Función del nombre. Nombre común- Nombre propio.  El UNO unificante que constituye la norma (einheit) al uno unario: einzigkeit. Unicidad expresada como tal, encarna la diferencia. De la norma a la excepción.

Género vs. Diferencia

Textos sugeridos

Freud. Cap VII de Psicología de las masas. La identificación

Lacán. Seminario 9. La Identificación.


  • 3° Reunión 13 de mayo

Teoría del Nombre

Teoría de los nombres propios. Alan Gardiner

Teoría del nombre. Carlos Ruiz.

El nombre y lo indecible. Carlos Ruiz.

El nombrar y la necesidad. Kripke


  • 4° reunión. 27 de mayo

Es preciso un acto para que el nombre se inscriba

Lacan. Seminario 15. El acto analítico


  • 5° Reunión. 10 de junio

El nombre. La nominación. Lo verdadero. Sutura y corte.

Lacán. Seminario XII Problemas cruciales.


  • 6° Reunión. 24 de junio

“No hay relación sexual” Axioma lacaniano que dice que no hay relación que se pueda escribir entre hombre- mujer. No hay proporción.

Lacan. Seminario 22. RSI


  • 7° Reunión. 8 de julio

El padre como nombrante. “La nominación es lo único de lo que estamos seguros que haga agujero”

Lacan Seminario 22. RSI.


  • 8°Reunión. 12 de agosto.

Hombre- Mujer son solo significantes. El amor suple la ausencia de relación sexual.

Lacan. Seminario 20. Aún. Cap. III, IV, V, VI y VII


  • 9° Reunión. 26 de agosto

“El ser sexuado no se autoriza mas que por sí mismo; pero yo agregaría: y por algunos otros”

Lacan Seminario XXI. Los nombres del padre


  • 10° Reunión. 9 de septiembre.

Los nuevos nombres. ¿Qué nombran? Cumplen la función de estabilizar al sujeto en una posición?...