jueves, 18 de junio de 2020

Libertades


La libertad es un concepto que acompaña al humano en su historia. Está ligado a otra palabra, no menos fundante del sujeto, que es emancipación.

A partir del siglo XVIII la libertad se eleva a la altura de la idea de Justicia e Igualdad, lo que dio lugar a nuevas formas de organización de la sociedad. La definición se fue precisando en el sentido de “llevar a cabo una acción de acuerdo a la propia voluntad”; el concepto fue consolidando la idea de valorar la ruptura a la sujeción de un sujeto por otro, desde el esclavo a sus sucedáneos. Así lo acentúa el derecho Romano, se trata de no estar sujeto a la voluntad arbitraria de otro.

No es mi intención hacer un recorrido erudito de los sentidos que ha ido acumulando, con el tiempo, la Libertad, solo recordar que podemos ser esclavos de muchos “tiranos”. La ignorancia y el sentido común son algunos de los nombres del tirano. “El tiempo es tirano” dice una frase y, en esta época, el tiempo de la cuarentena parece que está haciendo sentir, a quienes no registran que están cuidándose, tomando medidas beneficiosas para sí mismos y su comunidad, que son esclavos de ese tiempo.

Me interesa en primer término ubicar el concepto en relación al Psicoanálisis, especialmente desde Freud, para lo que compartiré un fragmento de mi libro El testimonio en la formación del psicoanalista. El capítulo se refiere a la estructura del chiste y la del sujeto. “Cuando comenzamos a leer el texto de Freud y recorremos las citas que él hace de una serie de autores que se habían abocado al trabajo del chiste, resalta por su reiteración la cuestión de la libertad que produce el mismo. En este primer tramo, esa libertad se refiere al efecto de sinsentido que produce la palabra novedosa en el chiste […] dice Freud: ‘Prestamos a un dicho un sentido y sabemos que lógicamente no puede corresponderle, encontramos en él una verdad que luego, ciñéndonos a las leyes de la experiencia o a los hábitos generales de nuestro pensamiento, nos es imposible reconocer en él…’ Lo primero que Freud señala respecto de la libertad es que esta se da en relación a un sentido, es decir una suspensión del sentido y caída del significado ligado con él que, aunque luego vuelve a reconstituirse en otro lugar, produce un efecto de libertad”. Evidentemente Freud no ubica a la palabra libertad en el lugar de la voluntad de autodeterminación, más bien parece que el sujeto la encuentra cuando no está tan sujeto a los sentidos habituales. Voy a citar dos párrafos de Freud que sitúan el tema: “Nuestra moral es únicamente la egoísta prescripción de una minoría de ricos y poderosos que pueden satisfacer a toda hora, sin aplazamiento alguno, todos sus deseos”. La libertad que la clase dominante tendría para satisfacer sus deseos nos recuerda a lo que Lacan cita de Sade en Kant con Sade  respecto de los derechos del hombre: “Es porque ningún hombre puede ser de otro hombre la propiedad, ni de ninguna manera el patrimonio, por lo que no podría hacer de ello pretexto para suspender el derecho de todos a gozar de él cada uno a su capricho”… Lo dijo Sade. Dice Lacan: “Es pues sin duda el Otro en cuanto libertad, es la libertad del Otro lo que el discurso del derecho al goce pone como sujeto de su enunciación. Para Freud se trata de otra libertad.” Dice Freud a continuación de la cita anterior: “Debemos ligar nuestra vida con la de los demás e identificarnos con ellos de tal modo que la brevedad de la propia duración resulte superable. Pensando así, no debemos intentar a toda costa la satisfacción de nuestras necesidades, aun por caminos indebidos, sino que deberemos dejarlas insatisfechas, dado que solo la perduración de tantos deseos incumplidos puede desarrollar un día poder suficiente para transformar el orden social.” Freud.

El goce absoluto queda perdido. La posible vida en sociedad se asienta en una pérdida.

La libertad entonces no puede ser el goce sin restricciones, siempre hay pérdida.

Una curiosidad, en inglés libertad es freedom, tiene la misma raíz que miedo, afraid, pero con el prefijo que lo pone en contraposición, ser libre es no tener miedo….muy sugerente de las propuestas gubernamentales para combatir la pandemia.

Podemos deducir cuál es el concepto de libertad al que se alude en un reclamo en el que se  quejan de una pérdida, leyendo en qué consiste lo perdido. En un tiempo no tan lejano, fue la libertad para comprar dólares, la promesa de liberar el mercado representó uno de los motivos de la elección de gobernantes. “Elijo al que me da la libertad de comprar dólares”, aunque, en gran parte de los casos, llegado el momento ya no tenía con qué comprarlos.

Hoy, la representación del encierro hace decir “No me dejan salir. No soy libre de salir”. ¿En qué realidad se ubica quién piensa eso hoy? Claramente, no en una pandemia. 

Adelfa Jozami

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